lunes, 17 de diciembre de 2012

   PEÑAROL CAMPEÓN Y EL DOBLE NUEVE.



Marcelo Bielsa reconocido técnico argentino decía que la constitución de un equipo con dos número nueve restaba un jugador en la elaboración y recuerdo también una nota del periodista "Juvenal" en que sostenía que la presencia de más delanteros no necesariamente redunda en más ataques.
Si de algo estuvo seguro (hasta que los hechos le dijeran lo contrario) el estratega aurinegro (Da Silva) fue de poner a Marcelo Zalayeta y a Juan M. Olivera juntos. Esto no es algo antojadizo de quien escribe, se demuestra el hecho de que, desde los primeros amistosos más o menos serios, pasando por el primer juego frente a Fenix, donde ganaba por 3 a 1 a los 21 minutos del primer tiempo y terminó perdiendo por 4 a 3, pasando por el empate con River estos dos elementos fueron inamovibles lo que lleva a pensar que este punto estaba claro para Da Silva, así como tendría otros, por supuesto.
El fútbol, que tiene principios técnicos y tácticos elementales, no es amigo de dejarse seducir por inflexibles ortodoxias y siempre nos depara capítulos para sorprendernos. Si, sorprendernos porque salvo los jugadores antes mencionados, todos los demás(menos el "lolo") alternaron, cambiaron su posición, como Darío Rodríguez, resignaron su puesto: Cristoforo, Alvez, Torres, Grosmuller ocupó varias posiciones en el medio.
Existe un axioma tácito en fútbol, que es hacerle lugar a los mejores; dos jugadores porque en teoría ocupen la misma posición,  pero de una calidad innegable merecía crearle la figura táctica que más se amoldara, en principio a ellos y a Pacheco. Por esto en los amistosos y en el primer juego se paro con cuatro en el fondo, un cinco delante de aquellos y más adelantados Estoyanoff por derecha, Pacheco en el centro y Torres por izquierda. Así distribuidos el fútbol por afuera también estaba asegurado, además de las subidas de los laterales.
El primer juego trajo derrota y la fractura de Pacheco, para el segundo juego Peñarol se paró con un 4.4.2, con Novick, Cristoforo, Grosmuller y Torres, sin modificar los dos nueve. Sucesos posteriores trajeron sus cambios, como el empate en el segundo partido con River.-
A partir de aquí los carboneros lograron varios triunfos seguidos, empezando con Bella Vista y Cerro donde cada uno de los artilleros anotaron dos goles, alcanzando la punta del torneo posteriormente.
Se vio como generalmente Zalayeta bajaba y Olivera quedaba más arriba fijando los centrales rivales.
A mi entender, esto simplificó las salidas del fondo, ya que el moreno bajaba hasta un poco más de la mitad de la cancha ofreciéndose de espaldas al arco rival para la descarga de los zagueros y así aguanto y descargó para limpiar en la zona de creación de juego, participando del mismo..Esta ubicación y posterior resolución permitió no caer en la tentación de repetir los pelotazos buscando sistemáticamente la segunda pelota, que es cuando reina generalmente la incertidumbre, y minimizar los riesgos de pérdida de la pelota en la salida.
Algunas veces supieron intercambiar posiciones y ambos se complementaron mostrando inteligencia.
Quienes ven fútbol saben que Boca intentó lo mismo con la dupla Silva - Viatri, por ejemplo y muchas veces se molestaron. Sin dudas dependerá inexorablemente del resto del equipo.
Estoyanoff por derecha y Zambrana por izquierda, los asistieron y llegaron también al gol y el equipo, defendiendo fue efectivo, algunas veces sufrió contra rivales que le manejaron bien la pelota porque, lógicamente su patrón de juego ofensivo algo tenía que descuidar.
Siempre que  ganó, convirtió dos o más goles, fue el equipo que más goles anotó en el torneo, tuvo en Olivera al máximo anotador del torneo.
Siempre dependiendo del equipo y las circunstancias, en este caso sí, más delanteros fue más gol.
Gracias por la deferencia de llegar hasta aquí en la lectura.

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